En la tecnología eTES (electrical Thermal Energy Storage) se almacena energía eléctrica en forma de energía interna de un fluido, para ser posteriormente recuperada en una turbina de vapor.

El fluido elegido para el almacenamiento es una mezcla de nitrato sódico y nitrato potásico, idóneo para esta aplicación debido a su alto calor específico y estabilidad en un amplio rango de temperaturas.

Las sales inicialmente almacenadas en el tanque frío (en torno a 300oC) se hacen pasar a través de un calentador eléctrico para ser almacenados a alta temperatura (en torno a 565oC) en el tanque caliente. Durante el proceso de descarga, la sal caliente retorna al tanque frío pasando por una serie de intercambiadores de calor donde la sal cede su energía para evaporar agua. El vapor así generado se utiliza en una turbina de vapor convencional para producir electricidad.

TSK ha conseguido desarrollar esta tecnología aprovechando su experiencia en centrales termosolares, pues tanto el proceso, como la mayoría de componentes, existen ya desde hace años en este tipo de centrales. La novedad reside en el calentador eléctrico que sustituye al intercambiador de aceite-sales, dotando de gran flexibilidad al sistema puesto que la electricidad consumida en el calentador puede proceder de cualquier tipo de planta de generación adyacente como puede ser una eólica o una fotovoltaica, o directamente comprada desde la red.