Luis Fernández Goñi fue Jefe de Proyectos en TSK desde su incorporación en 2007 hasta 2016, año en el que pasó a controlar la producción y las desviaciones presupuestarias, tarea imprescindible en proyectos de la envergadura de los que asume la compañía.

¿Cómo ha sido la evolución de la empresa desde tu llegada a TSK en 2007?

Por aquel entonces éramos una empresa asentada, con casi 20 años en el sector, pero que ya empezaba a tomar impulso y destacarse en el panorama nacional. Desde entonces hemos crecido muchísimo, tanto en volumen de personal como en cantidad y complejidad de proyectos: no somos únicamente una empresa dedicada a la energía, si no que tenemos una versatilidad que nos permite afrontar con la misma eficacia proyectos como una rotopala para una acería en Gales o una refinería de azúcar en Arabia Saudí.

¿Es el volumen el responsable de tal diversidad a la hora de ejecutar proyectos?

No necesariamente. El volumen nos permite asumir y ejecutar más proyectos de manera simultánea, pero es la polivalencia de nuestro equipo la que nos permite ser capaces de llevar a cabo tareas muy variadas. La gran mayoría de la plantilla es capaz de llevar a cabo multitud de tareas dentro de un proyecto, y ese “saber generalista” es terriblemente práctico. Por otro lado, contamos con un gran número de especialistas de los que, a su vez, también aprende el resto del equipo.

¿Todas y cada una de las personas que participan en un proyecto son miembros de TSK?

No, eso no sería viable. Hay que tener en cuenta que en todo momento estamos inmersos en varios proyectos de tamaño medio y grande tanto dentro como fuera de España. TSK aporta principalmente equipo técnico, pero aspectos como la asesoría legal, la seguridad y gran parte de la mano de obra son locales, con lo que a su vez contribuimos a generar empleo local en nuestros proyectos.

¿Cómo se gestiona el crecimiento constante en un campo tan innovador como la ingeniería?

La política de la empresa en ese aspecto es la de mantener un aprendizaje constante. El departamento de Recursos Humanos ofrece una gran cantidad de formación en muchas áreas, desde cursos especializados de ingeniaría o diseño a idiomas o gestión. Y si hubiese uno que no fuese ofertado, se plantea al departamento y se imparte si reúne a un número suficiente de personal interesado.

¿Dirías que TSK es una empresa trampolín o un lugar donde establecer un proyecto de carrera?

Un proyecto de carrera, sin duda. La propia Dirección se asegura de que haya posibilidad de asumir más responsabilidades y optar a participar en nuevos proyectos. Diría que el propio trampolín está en TSK, ya que las posibilidades de aprender, mejorar y prosperar se encuentran dentro de la casa.