Hidrógeno
TSK ofrece servicios integrales de ingeniería para el diseño, desarrollo, ejecución y puesta en marcha de instalaciones basadas en el uso del hidrógeno como vector energético.
La compañía cuenta con capacidad para afrontar proyectos complejos y de manera integral y con experiencia en diferentes tecnologías que intervienen en estos proyectos: generación de energía renovable; interconexión eléctrica; almacenamiento intermedio de energía; sistema integrado de control; producción de hidrógeno, amoniaco o combustibles sintéticos; tratamiento de gases especiales y su aplicación final a procesos industriales, re-electrificación o exportación.
Para reforzar aún más su posición estratégica, TSK ha cerrado diferentes acuerdos de colaboración con algunos de los fabricantes más importantes y con centros tecnológicos e ingenierías, como el Centro Nacional del Hidrógeno (CNH2), CIUDEN Ciudad de la Energía, TRESCA, Tekniker, LIFTEC, CSIC, IDONIAL, CIEMAT o EnergyLab.
TSK pertenece a diferentes asociaciones, incluyendo a la European Clean Hydrogen Alliance, PTE-HPC, MetaIndustry4, FAEN y ASEALEN. Además, la compañía ha sido invitada al comité de Expertos Usuarios Finales de la AiH2 (Agenda Sectorial de la Industria del Hidrógeno).
El hidrógeno se considera clave de un futuro sistema energético limpio, seguro y asequible. Con la energía renovable cada vez más involucrada en la mezcla de generación de electricidad, el hidrógeno podría desempeñar el papel de almacenar grandes cantidades de electricidad durante días, semanas o incluso meses.
Dependiendo del proceso de producción, el hidrógeno se clasifica con colores, desde gris (reforma de gas natural), azul (hidrógeno gris con captura y almacenamiento de carbono) y verde (por electrólisis de agua con energía renovable), incluso rosa (electrólisis de agua de propulsión nuclear).
El hidrógeno verde se obtiene mediante un proceso de electrólisis impulsada con energías renovables como la eólica o la solar. La electrólisis consiste en utilizar una corriente eléctrica para descomponer mediante electrodos la molécula del agua en oxígeno e hidrógeno.
Cuando necesitamos convertirlo en energía, el hidrógeno almacenado en tanques específicos es canalizado hacia una pila de combustible. Allí se une de nuevo con oxígeno procedente del aire y se obtiene la energía eléctrica. De este modo, el único residuo que deja el proceso es agua, un sistema limpio, sostenible y en el que para producir energía no se emite CO₂.
El hidrógeno se utiliza como materia prima en la industria químicapara fabricar amoniaco y fertilizantes, en la industria petroquímica para el refinado del petróleo y en la metalurgia para obtener acero. El uso de hidrógeno en estas tres industrias produce una gran cantidad de emisiones de dióxido de carbono. Por ejemplo, la fabricación de acero constituye entre el 6 y el 7% de las emisiones de CO₂ globales, entre 2 y 3 veces las emisiones de toda la aviación mundial. Podríamos emplear el hidrógeno verde como materia prima y producir acero sin emisiones, lo que sería un paso muy importante para la urgente descarbonización de estas industrias.
El uso del hidrógeno verde como combustible será una de las claves para ayudar a la descarbonización del transporte, sobre todo el de larga distancia y el aéreo.
En el transporte marítimo normalmente se emplean combustibles muy baratos pero muy contaminantes, por lo que el hidrógeno verde se presenta como una alternativa decisiva para barcos de gran calado que recorren largas distancias. En la aviación, por su parte, el hidrógeno verde puede ser la base de combustibles sintéticos que reduzcan de manera radical las emisiones de este sector. También será esencial para otros medios como el tren o el transporte de mercancías pesadas por carretera.